Percepción y mercadeo
¿Qué es la percepción?
La percepción es un proceso cognitivo básico que nos permite a los seres humanos captar la información que está en nuestro entorno. A través de la percepción se organizan e interpretan las sensaciones y estímulos físicos que nos rodean y que llegan a nosotros a través de los sentidos.
Se puede decir incluso que la realidad no existe, o por lo menos no tal cual nosotros la pensamos, puesto que lo que nosotros entendemos como verdad no es más que una construcción subjetiva producto de la forma en como se estructuren las experiencias en nuestro psiquismo.
La percepción es pues el proceso inicial pero fundamental que nos permite relacionarnos con el mundo. Es basados en nuestras interpretaciones sobre la realidad que más adelante actuaremos o nos dirigiremos en torno a ella y, como cada persona percibe una realidad diferente, podríamos decir también que por eso la forma de cada individuo de relacionarse con su entorno es distinta.
Percepción y consumo
El consumidor no se puede entender como un sujeto aislado, exclusivo del entorno mercantil, objetivo y racional en relación con su compra. Es decir, el comprador debe comprenderse como individuo, en su totalidad, reconociendo que su historia de vida, su particularidad y sus características subjetivas influyen de manera consciente o inconsciente en sus decisiones de compra.
En este orden de ideas, vale la pena tener en cuenta que la interpretación que el individuo haga de un producto, es decir de cómo lo perciba y lo experimente con sus sentidos va a ser un elemento crucial en las decisiones que este tome en relación con la compra o no del mismo. La percepción del individuo se puede convertir entonces en un obstáculo o bien en un elemento motivador a la hora de comprar.
Analicemos esto a continuación con un ejemplo:
- Entre muchos de los motivos que pueda tener una persona para comprar una gaseosa, el principal puede ser tal vez el hecho de tener sed. La sed es una sensación que es causada como producto de una necesidad básica del ser humano y que para calmarla se puede acudir a distintos satisfactores, entre ellos un refresco. No obstante, cuando el individuo se dirige a realizar su compra se le presentan una infinidad de posibilides, ¿qué es lo que hace que una persona decida comprar un producto por encima de otro sabiendo que ambos pueden calmar su sed?
Una misma marca, pongamos el caso de Coca Cola, le presenta al consumidor diferentes opciones para que este satisfaga su necesidad. Una de las opciones que se le presenta es la bebida en una presentación de envase de plástico. No obstante, no hay que olvidar que este es un producto que está especialmente relacionado con el sentido del gusto y de la vista. Una persona se motivará a consumir más fácilmente una gaseosa si percibe que está helada, fresca, que, en efecto, calmará su sed.
El problema que en muchas ocasiones se evidencia con esta presentación es que en muchos negocios ha estado almacenada por mucho tiempo y con niveles de refrigeración bajos. Entonces, a pesar de que pueda calmar la sed de las persona que va a comprarla, la interpretación que ésta podría hacer es que por su presentación y lugar de almaenamiento estará menos fría que otras y no le causará satisfacción.
Otro tipo de presentaciones, como la gaseosa de dispensador puede generar la impresión de que está recién almacenada, que está más fresca que la de envase plástico y que, por estar en una máquina refrigerada tendrá un efecto más satisfactorio que la otra.
¿Cómo solucionar este tipo de problemas perceptuales?
Se debe entender que estas interpretaciones que realizan los individuos están ligadas a las forma en cómo procesan la información que llega a los sentidos y no a los verdaderos usos o componentes de los productos. Por ello, se deben crear estrategias que estén encaminadas precisamente a eso, a causar una impresión positiva de los envases de plástico a través de experiencias que despierten los sentidos y generen buenas percepciones. Entre estas pueden estar la presentación de publicidad constante en la que se refuerce la idea de que en este tipo de presentaciones se conserva el frío y la frescura, recordar que en ambas presentaciones la bebida tiene los mismos tipos de componentes, tener refrigeradores que sean llamativos y que compensen la sensación de frescura que no tiene la presentación, utilizar colores con tonalidades frias que ayuden a reforzar esta percepción, entre otros.
¿Qué tanto crees que controlas la interpretación que tienes del mundo? Si quieres comprobarlo, mira este video para hacer un pequeño test